viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 89 - Alfredo Lemon

POEMANÍA

la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 89/2007





“La poesía es un préstamo de infinitud,

una zona de riesgo de lo salvado.
Podemos atribuirnos su propiedad intelectual,

pero no su misterio....”

Ana Emilia Lahitte









Poeta invitado: ALFREDO LEMON (*)





LA NOCHE MÁS NOCHE


a Horacio Castillo



Puede llegar un día en que la peste,

para desgracia y enseñanza de los hombres,

despierte a sus ratas y las mande a morir

en una ciudad dichosa

Albert Camus



Qué jóvenes morimos aquí, en las grandes urbes,

ciudades sitiadas de agonía y tinieblas;

zoológicos de gente, hogares jaulas, shoppings catedrales,

grandes countries que sólo encierran felicidades aparentes,

rehenes lujosos de un malestar hipócrita,

simulacros vividos sin glamour,

albergues solitarios.



Qué jóvenes morimos aquí,

extraviados en la senda de la ganancia injusta,

en ambientes de smog y ezquizofrenia,

con los pies incendiados de cemento,

sin familia ni música, con las espaldas curvas

y las manos llagadas, asfixiados de angustias y toxinas.





Demasiado jóvenes morimos aquí,

acelerados en speedways hacia ninguna parte,

festivales sin feeling,

fiesta embotada de cocaína y fast food.



Muy jóvenes morimos aquí,

en blancos hospitales, anónimas camillas

donde duermen la anestesia y el revólver,

la amnesia y la ficción: comedias negras.



Tan desamparado no podrás enfrentar

la noche más agria,

la noche más gris,

la noche más noche

cuando todos tiemblan.






MARÍA





Bendita eres, madre del hombre,

Madre de todos los hijos de Adán.



Entre tus pies creció la rosa inmaculada

y de tu espalda voló la primera gaviota.



De tus pechos brotó un manantial, lluvia de leche.

El céfiro de tu espíritu irradió la luz del despertar.



Déjame un beso, amor, para limpiarme,

para recordarte siempre

en el instante sublime de la eternidad.







SAN MARCOS





Si tu inspiración descendiese hasta mi página,

podría escribir el verso que me justifique.



Cúbreme bajo tu manto.



Dame tu mano en la cornisa

donde danza la locura.



Tómame del brazo.



Acompáñame en el camino de la hormiga,

en su ascenso hacia lo alto de la piedra.



Llévame al hostal del sol y de la luna,

allí donde atardece y se despierta el mundo.



Llévame al fuego y al silencio,

allí donde la mirada de los amantes

se vuelve agua de tanta claridad.



Déjame la mujer que ha de sanarme,

el sabor de la miel en sus pezones,

la cereza y la aceituna,

la orquídea y el puñal;



el gozo de saberme un peregrino,

la causa de mi todo y de mi nada.








MAPA DEL CORAZÓN


Un hombre besa a una mujer

después de haber llorado.



Se apagaron los ojos de los sabios

y no pude preguntarles

si acaso alguna pauta, algún secreto

daría sentido a la existencia.



Abrí los libros y cerré la vida.

Cerré los libros y abrí la vida.



Quedé tan desamparado como el mundo.



Cada vez más lejos de la verdad.

Cada vez más lejos de un refugio.









LA SUPERFICIE DE LAS COSAS





No todos los días el mundo se ordena en un poema.



Cuando joven, el poeta es un príncipe

jugando con sus palabras como si fuesen dados;



cuando viejo, es el errante vagabundo,

embriagado de locura y solo.



Al fin, la verdad no importa.



La búsqueda cuenta más que el hallazgo

y las cerezas de la tierra van perdiendo sabor.



En la página en blanco se oculta la belleza.







MUSA AMANTE





Gira lenta la luna

mientras alguien

reza en su recinto:



-Cuando estés en mi cama

te besaré la espalda,

la vida, las manzanas,

tus rosas, tus pezones.



Y con saliva cicatrizaré tus pérdidas,

tus cansancios, tus íntimas derrotas.



Sabré si el placer valió el esfuerzo,

si ser poeta fue sólo un vano intento.





“Nuestras son las mujeres que nos dejaron”

Jorge Luis Borges





Quien ama a una mujer, las ama a todas.

Pero aquella a quien amas siempre es la más ajena, la distante.



¿Un amor compartido nunca acaba ?

¿Los amores prohibidos perderán la memoria ?



Hay amantes que se encuentran unas horas

y que acaso logran ser felices.



Hay amantes que no se encuentran nunca

pero que son felices en la espera.



También el monje que está solo en su celda

siente a veces que Dios no escucha su plegaria.



El deseo tiene el sabor de las uvas del infierno.

Hasta el amor más puro siempre es sufrimiento,

e incluso el más sublime ha de morir.



Lo efímero angustia, lo duradero cansa.

La felicidad es sórdida, amenaza.



Siempre a la sombra, demasiadas ausencias:



lejos de quien creíamos estar enamorados,

lejos de quien hubiésemos querido amar.









EL HIPÓCRITA





Desde el pedestal de su sillón,

un hombre simula ser decente.



A los ojos de los otros,

es la boca que dice la ley.



Para sí mismo acaso sea la víctima;

pero no lo ha advertido todavía.





(*) Alfredo Lemon: nació en la ciudad de Córdoba (Argentina) en 1960. Es Abogado. Como Profesor de Filosofía ejerció en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Córdoba; en la cátedra de Derecho Constitucional en la Universidad Blas Pascal; en la cátedra de Historia de la Cultura en la Universidad Católica de Córdoba y en la cátedra de Teoría de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Publicó los siguientes libros de poemas: “Eclipses, arritmias y paranoias” (1983); “Cuerpo amanecido” (1988); “Humanidad hecha de palabras” (1993); “Sobre el cristal del papel” (2004). Publicó el libro de ensayos “El mono metafísico” (1991).Obtuvo distintos premios por su labor literaria. Ha colaborado en varios medios literarias del país. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, al italiano y al francés. Obtuvo el “Premio Jóvenes por la paz” en 1985 Es miembro del Foro Internacional de Literatura y Cultura por la paz -www.iflacenarg.bravehost.com- .

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