viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 53 - César Cantoni

POEMANÍA

la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 53/2006





“Un poeta de hoy,

es un hombre de su tiempo...”

Giuseppe Ungaretti







Poeta invitado: CÉSAR CANTONI (*)











El perro llegó olfateando





El perro llegó olfateando,

reconoció la estatua

del prócer de la plaza

y orinó contra el pedestal.



Después se alejó con otros perros,

indiferente al juicio de la historia.











Me hago una pregunta



Si un país tan lírico como Alemania

pudo engendrar a Adolf Hitler,

me hago una pregunta: ¿Hay

lirismo inocente?













Como suele decirse



Como suele decirse, la historia se repite:

a Cristo lo clavaron a un poste,

coronado de espinas;

a los dioses del siglo XX

les aplicaron la picana.













Crónica de Nochebuena



Un Papá Noel sonríe al que lo mira

desde el escaparate reluciente

de una casa de regalos.

Con espíritu celebrante,

la gente se agolpa por la calle,

cargada de paquetes.

Sólo los perros, que duermen

plácidamente en la vereda,

permanecen ajenos al rito navideño.

La noche va cayendo ahora

y el cielo se puebla de bíblicas señales.

Entre el culto pagano y la fe cristiana,

la cruel realidad de los chicos que mendigan

sigue reclamando un redentor.













La muchacha del despacho de pan





No puedo afirmar si era el espíritu navideño,

un delirio momentáneo

o el amor consumado esa mañana

lo que la hacía cantar

detrás del mostrador,

pero juro que estaba feliz,

realmente feliz con sus ojeras.









Mientras cruzo los rieles



Pienso en ese tren de vapor

que ya no pasa, ese tren esforzado

que venía de lejos, piafando

y pitando entre señales de humo,

como un animal vivo del campo,

en alegre, furiosa carrera contra el viento,

y que a mí me gustaba mirar cuando era chico,

mientras cruzo los rieles con óxido

de la estación abandonada

y la vieja campana de bronce

vuelve a sonar, de pronto, en mi memoria.









En la playa de estacionamiento







Iba a arrancar el auto aquella tarde,

cuando una mariposa,

que apareció de la nada,

se puso a danzar sobre el parabrisas.

Es el espíritu encarnado de Chuang Tzu

que prenuncia el estío,

exclamó mi acompañante.

Y yo le creí,

porque basta amar la poesía

para ser sorprendido por algún milagro.











Nadie escribe lo que quiere



Eliot tenía una conciencia rancia

y sus ropas olían a alcanfor,

lo que no le impidió

ser un poeta a la altura de su tiempo,

dejando en claro que la poesía

se halla siempre por encima del hombre

y que nadie escribe realmente lo que quiere

sino lo que ella le dicta.







(*) César Cantoni: Nació en La Plata en 1951. Su obra poética publicada comprende los siguientes libros: “Confluencias” (1978), “Los días habitados” (1982), “Linaje humano” (1984), “La experiencia concreta” (1990), “Continuidad de la noche” (1993), “Cuaderno de fin de siglo” (1996), “Triunfo de lo real” (2001) y “La salud de los condenados” (2004). Publicó, además, una plaqueta (“Irlanda”, 1998) y un cuadernillo (“Intemperie y otros poemas”, 2006). Figura en antologías poéticas argentinas e hispanoamericanas. Algunos de sus poemas fueron traducidos al inglés y al italiano. Entre 1977 y 1979 formó parte del grupo “Latencia”. Actualmente, integra, con Sandra Cornejo y Silvia Montenegro, el grupo “Tuerto Rey”.

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