viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 133 - Luis Manuel Pérez Boitel

POEMANÍA

la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 133/2007







“Es la tarea del poeta ser más,

no menos, que un hombre ...”

Theodore Roethke







Poeta invitado: LUIS MANUEL PÉREZ BOITEL (*)







Jaque al rey



en esta partida de ajedrez estoy midiendo

el tiempo. las cosas más efímeras. el ridículo episodio

que nos enfrenta, sin advertir

quién dejará primero el ímpetu

desde la Plaza Isabel II ? quién buscará bajo los escombros

la ciudad nueva ? (caballo tres alfil dama), y estamos

hablando de la posmodernidad,

por capricho. alguien nos implora junto al polvo

y la madera de cedro que se transforma, a contraluz.

(torre cinco alfil dama) jaque al rey,

y no creo que haya opción después de las apuestas.

en esta partida de ajedrez, estoy midiendo el tiempo.

implacablemente (peón tres torre dama)

jaque al rey, desde tu imaginación algo volvería

con toda certeza.




***




Como una noche huérfana de sí misma



antes de partir debo vertir tus sales

a la faz que nos une, intransitable

como el paso de los muertos por las últimas

hendijas de la noche. cierne allí la voz quejumbrosa

que anida la partida. en el cáliz

un árbol resplandece. mas no voy a la raíz.

tengo una herida blanda en el costado

y siento el amanecer como algo tardío.

aquellos riscos de luz tan permanentes,

me guiarán desde aquí, junto a la sombra.

el cansancio. el despertar me aferra a la caída.

enmohecidas las flores de papel,

ya no me basta el sendero. como una noche

huérfana de sí misma, de tantos astros,

la lengua se me quiebra. antes de partir

dejaré en el limo las plegarias, los aplausos.

un paisaje fugaz, indefinido,

por todos los temores que me encumbran.



***



La felicidad es otra cosa



imagino las carcomidas tablas de la abadía,

aquella amenaza del otoño. sobre los campos

el sobrio despertar de los inciensos y las yerbas comunes

prendidas con certeza.

fue entonces que empecé a (des) creer

en la fragilidad de las palabras.

(ese que va discretamente, se persigna) antes

podía retener la huella de tus ojos

apenas dispuestos a devorar la imagen

contraria a los designios. ya no eras tú,

en lo tolerable. en el submundo aquel,

un desierto de cosas indiferentes tocan

nuestras manos, significando clarísimos

espacios para retener el fuego o la ceniza.

quizás, el ocre de este paraje será captado mejor

por el poema. la felicidad, realmente,

es otra cosa. no me pareció mal que la luz

desde un portarretrato donde imagino

que hay otra luz oculta, fuera indescifrable

o al parecer, nunca antes vista.




***




Tutankamen



¡Oh! sé apacible conmigo, permite

que contemple tu belleza. Así pueda yo

recorrer la tierra...

El Libro de los muertos



guardo en la hojarasca del día

tu diadema predilecta. no he podido reconstruir aún

aquellas oraciones hieráticas referidas a la conquista.

en el sudario de Tutankamen los meses

me sorprenden, cuando tirabas del broche de cornalina

y sentías que el círculo se agrandaba

en la inmediata majestuosidad. éramos jóvenes,

y en la mano apretabas una bandera roja

que recogiste al azar (sencillamente). aquel espectáculo

de fe me hacía recorrer el Nilo. era aún mayor

la tierra de Osiris. de su paisaje,

figurillas de yeso se ofrecían. y yo que guardo

con recelo aquel retrato de Tutankamen,

ya no podía descifrar si fue parte de la familia,

si los reyes negados volverán

en este agreste espacio, donde comienzan las cosas

(algo así como su perpetuidad).

en el sinsentido de la vida Dios va dejando

un rastro desde el sicomoro, y la boca que otea

lo profundo. este sudario mismo. despierto. el amante

observar la similitud del espectáculo.

Tutankamen y tú tan parecidos (decía él).

realmente hubo un instante para la definición,

para cambiar la historia (en el sudario de ébano y marfil

yo descubría mi rostro verdadero).



***



Café des amateurs




he pensado en Verlaine. su rostro

frente a la Place Contrescarpe. el frío

que sentiría desde la habitación.

en los húmedos banquillos donde la yerba

quebrada en noviembre, se dispone.

un mínimo de algarabía falta en el hotel

visto desde el Café des Amateurs. un poco

de humo sobre la ciudad y un tren

(lleno de incertidumbre) al finalizar

cada extraño espectáculo. he pensado

en Verlaine. su amante pudo ser igual.

pero no lo encontraría desde aquí.

es inexacta la sombra de su rostro

transitando el boulevard Saint-Michel.

fingir que no lo he visto. despedirme.

imitar que las horas entibian aquellos parajes

que desandamos. imágenes dispuestas

desde el amarillento anuncio. (Café des Amateurs)

por curiosidad, he pensado en Verlaine.




***




Alguien convoca al durmiente




ante el petrificado aire de marzo

una muchacha corre bajo la lluvia. a tientas,

descubro su mirada, por el paraguas. la sinuosa ladera

que desemboca en los mástiles, cerca de un

bosque de abedules del sur. los entrelazados pilares

la sostienen. la amatista. la cobriza

tempestad alarga el sitio (la ficción del sitio?).

y la muchacha evade una gota de luz

que nos separa y nos aproxima a la penumbra. al final,

entre la maleza y la sombra, alguien convoca

al durmiente cuando pasa vendiendo los almanaques de bolsillo.

un silbido como de Dios nos alertaba de la hora

del ángelus.



***



Antes que la noche acabe




me ruboriza la soledad del mar, insignificante

han sido para mí estos años. la gente buscando

en el puente la justeza, como si fuera una realidad

que en aquel cuadro de Kavafis, la noche

no acabe. antes de sentarme frente al poema,

la imagen del que parece, golpea la hoja

y delata toda reminiscencia. los altos muros de la Isla.

al fondo del poema, alguien mira de soslayo

el jardín, el fantasmagórico escondite

de los años ochenta. habías dicho: me ruboriza

la soledad del mar, como en el último verso

donde quiso decir algo de equidad, algo de la noche.






(*) Luis Manuel Pérez Boitel: Nació en la localidad de Remedios, actual provincia de Villa Clara, Cuba, en 1969. Abogado y poeta. Miembro de la Asociación Hermanos Saínz y de la UNEAC. Labora como abogado en la Consultoría Jurídica de Remedios. Al egresar de la UCLV fue elegido el egresado más destacado a nivel nacional de la FEU en la esfera de la cultura (1996). Ha obtenido diferentes lauros literarios. Obtuvo el Premio XV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de poesía con el que se hizo delegado a dicha magna reunión. Tiene publicaciones de poemas en Chile, España, Brasil, Puerto Rico, México, Estados Unidos y Cuba. Colabora con diferentes publicaciones como: La Letra del Escriba y El Caimán Barbudo. Ha publicado varios libros, entre ellos mencionamos: “Unidos por el agua” (Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara en 1997); “Bajo el signo del otro” (Premio Pinos Nuevos); “Los inciertos dominios del escriba” (Premio Calendario Asociación Hermanos Saínz (1999); “La oración del inquilino” (Premio Sed de Belleza), “Antes que la noche acabe” (Antología personal, poemas escritos entre 1996 y 2005). Entre sus galardones más significativos, podemos mencionar: Medalla de Plata y Bronce en el Festival Nacional de Artistas Aficionados de la FEU en los géneros de poesía y testimonio, respectivamente (1994) Premio en Poesía en el Concurso Abel Santamaría de la UCLV (1996) Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara (1997) Premio Regino Pedroso (1998) Premio Pinos Nuevos (1999) Primer Accessit del Concurso Internacional de Poesía "Bustar viejo" en Madrid, España (1998) Premio Calendario (1999) Premio Sed de belleza (2001) Mención Especial del jurado en el premio Miguel de Cervantes, en Granada, España (2001) Premio especial de Unión de Reyes en el Concurso Nacional de Poesía Regino Pedroso (2001) Premio en el concurso nacional "Poesía de Amor" de Varadero / 2002 Premio Casa de las Américas en Poesía / 2002 Premio Abril de la UJC Nacional (2002) Premio Ser fiel (2002). Reside en su ciudad natal.

No hay comentarios: