viernes, 26 de febrero de 2010

Poemania Nº 127 - Luis Luchi

POEMANÍA

la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

Nº 127/2007





“Cuanto más un poeta despoja a sus versos

de conocimientos heterogéneos y de análisis

irrelevantes, y purifica su mente con arte

elaborado, tanto más se asemejará el

pequeño ritual de sus versos al gran ritual

de la Naturaleza, y se volverán misterios

e inscrutables ...”

William Butler Yeats




Poeta invitado: LUIS LUCHI (*)






TODOS APOYAN SU VIDA EN ALGO



Ciegos y rengos apoyan su vida en un bastón

abuelos la apoyan en nietos

comerciantes en la caja registradora

juventud en la rebelión

nacidos débiles en esposas fuertes

amargados en un cigarrillo

enloquecidos en una idea fija

hambrientos en la justicia

burgueses en la compasión

capitanes en el coronel

alumnos en el maestro

solitarios en la soledad

desafortunados en la probabilidad

condenados a muerte en el indulto

agonizantes en la religión

automovilistas en el freno

soñadores en la casualidad.

Todos apoyan su vida en algo

en un impulso muscular

apurados en

en... en... en...











POEMA EXPLICADO



Desde tiempos remotos los poetas inventaron palabras o les descubrieron sentidos cada vez más exactos o las cambiaron las endurecieron a medida que sus años pasaban les transformaron el sexo introdujeron su uña larga para borrar un acento y sólo lograron una mancha, ripiaron los arcaísmos pesaron los neologismos midieron las sílabas de

dolor

con sufrir sin llegar a ninguna conclusión

y si estoy solo y recuerdo

y si estoy solo

y si veo un paisaje:

salida del sol

y si olvido

y si amo

y si sueño

y si vuelo

libero mi aire

y mi exclamación

¡OH!

¡Oh!











UTILIDAD DEL SENTIMENTALISMO




Desayuno, almuerzo, merienda y cena,

hoy y en el futuro,

a veces golondrinas

en busca de su temporada.

Cama, colchón, sábanas blancas,

fundas de colores.

Medias, corbata, pañuelo.

Tomates, vino y un acordeón.

las caries tapadas,

los cuellos planchados.

Sin insomnio.

La próxima primavera ámame

en días nublados,

yo también te amaré

bajo la luna.









OBRERO DE DEMOLICIÓN



Le ponen en el brazo

una pesa de quince kilos

y le dicen:

esa casa que está acabada

llena de ratas y telas de araña,

sucia y sin revoque

donde se enfermaron y murieron

donde golpearon en las puertas

para llevarse a los rebelados

donde gruñeron y se quejaron

donde se amó hasta aflojar

los elásticos de las camas,

donde se llegó a horas inconcebibles

donde se rezó de miedo.

A esta casa, le dicen

la puede romper

y encima le pagan por metro cuadrado

y le cuentan las horas extras.







DIFERENCIA ENTRE TOCAR LA

ARMÓNICA Y COMER UNA NARANJA




Tocando la armónica

se puede enfermar de debilidad.

Comiendo una naranja

se puede no conocer música.

Tocando la armónica

es más estar solo.

Comiendo una naranja

se puede regalar la mitad.

Con la armónica ondulando una serpiente

se atraviesa el corazón de una pobre alma

abandonada por el misterio.

La naranja hace retroceder

al escorbuto que amenaza.

La armónica es el jugo

que tocaba una naranja

directamente

en un sonido de frutas.









DESPACHO DE BEBIDAS




Puro café de borrachos

sin otro objetivo,

qué tristeza ni tristeza

quemar la lengua y rápido

mientras alcance el tiempo.

Ni hablar ni oír,

vaso tras vaso

entrar en la ofrecida de poder volar

como los pájaros,

como los aviones,

como las nubes, como los poetas.







LEYES DE LA ECONOMÍA POLÍTICA




Las matemáticas definen armoniosas

con precisión de guardas milimetradas

las ondas vibratorias de un cuerda de guitarra.

Un desfile de números

ordenados como ejército agresivo

demuestran levantando el índice

que el tamaño de las casas

es inversamente proporcional

a la población que las habita.

El rojo angustiado es zona de espectro

el do meditabundo altura mensurable.

El beso gota de calor

la muerte transmutación de valores

irte a buscar es distancia

amarte sublimación

mutatis mutandis latín

consuelo la iglesia de dios

tos violenta expulsión de aire.

hambre es deficitar

en el régimen calorético-energético

sueño abstracción de la corteza cerebral.

Yo no soy más que un menorvalizado

con ínfulas de inferioridad

que hace versos

mientras el mundo

sigue igual andando.







LA ANTÍTESIS



Está la humanidad,

está.

Si aguantamos una generación más

ya casi llegaremos al final,

y veremos del otro lado.

La fisiología se ocupará del dolor,

la duda será curada

con ondas ultrasónicas de saber,

la amistad y el amor

reflejos que producen placer

abundarán como el pan regalado,

y si no es así

de todas maneras

está la humanidad,

está.

Lo que somos cabe dentro de ella.









PASEO POR LA CAPITAL DE LA ESPERANZA




Por supuesto será primavera

y de mañana,

los rayos del sol jóvenes.

Me pondré la ropa clara,

presentiré el tibio ambiente.

La naturaleza verde,

la luz clara,

yo estaré limpio.

Atiéndanme como visita

para que lleve recuerdos.

Los pájaros gorjearán,

los nombres emitirán reflejos.

Loas al amor en coro

me trasladarán de un mensaje

al otro.

Rimaré mi pasado con la risa,

haré nuevas amistades,

entraré en los edificios en construcción

y precisaré un traductor excelente

que lúcido me guíe

en el idioma

de los planes para el futuro.









(*) Luis Luchi: nació en Buenos Aires (Argentina) en 1921. Su obra incluye los siguientes poemarios: “El obelisco y otros poemas” (1959); “El ocio creador” (1960); “Poemas de las calles transversales” (1964); “La vida en serio” (1964); “Vida de poeta” (1966); “El muerto que habla / Poemas cortos de genio” (1970); “Ave de paso” (1973); “Los rostros” (1973); “Poemas 1946-1955” (1975); “La pasión sin Mateo” (1976); “¡Gracias Gutemberg!” (1980); “Resumen del futuro” (1984); “Antología poética” (1986); “Fuera del margen” (1992); “Mishiadura en las dos ciudades” (1993); “Jardín zoológico” (1995); “Contestarse a sí mismo en el canto” (1997); “Poemas y pinturas” (1999); “Amores y poemas en Parque Chas” (2001). Asimismo, intervino en los discos “Tango de música a los lejos” (1966), con música de Eduardo Rovira; “Antología por mí” (1969); “A medio hacer todavía” (1982) y “Todos se dan vuelta y miran” (1999), los dos últimos con música de Jorge Sarraute. Exiliado en Barcelona (España) desde 1976, murió en esa ciudad en 2000.

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